Si, hay una enfermedad en que suelen decirse muchas groserías.
Es el síndrome de Tourette, una enfermedad neurológica.
Quien la padece se ve impulsado a decir muchas groserías.
Este síndrome neuro-psiquiátrico suele tener su inicio en la infancia (entre los 3 y los 9 años, a veces en la adolescencia) y se manifiesta con movimientos involuntarios, estereotipados y repetitivos. Siempre acompañados por tics faciales y vocales.
Es un trastorno neuropsiquiátrico heredado, que lleva el nombre del médico francés Gilles de la Tourette (quien descubrió nueve casos de enfermos con tics involuntarios en 1885). Aún hoy se desconoce que lo provoca, aunque se habla de anormalidades en ciertas áreas del cerebro. La corteza, los lóbulos frontales o los ganglios basales parecen implicados.
En más de un 10% de los casos se producen fenómenos de coprolalia (hablar con palabras groseras), gritar, realizar exclamaciones obscenas o poco apropiadas socialmente. Los tics o movimientos involuntarios o reflejos suelen ser olfativos, fonales, toser, carraspear, parpadear insistentemente y otros movimientos faciales involuntarios.
También es frecuente encontrar esta dolencia asociada al Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC).
Desconocemos a día de hoy que origina este síndrome, los estudios más recientes consideran una importante carga genética. Factores prenatales, peri natales, ambientales e incluso las enfermedades auto-inmunes, pueden contribuir a su desarrollo. Se han hecho estudios que lo relacionan con el consumo de gluten (Rodrigo, L y otros colaboradores en 2015 y 2018) y que observan una mejoría con dietas libres de gluten.
Se cree que el estrés suele agravar los síntomas.