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Historia de la psicología

Tiempo antes de plantearse la división entre la idea de cuerpo y la de alma, los primeros griegos en sus más tempranas cosmologías, ya reflexionaban sobre variadas cuestiones propias de la psicología moderna.

Quisieron saber en primer instancia de que estaba hecho el mundo y consideraron para ello necesario un ejercicio de reduccionismo. Ellos querían  transformar lo complejo en simple, pasar de la inmensidad y la diversidad a lo  concreto, a la unidad. Un solo elemento, que podía ser el agua, el aire, el átomo, el fuego, explicaría todo lo demás. Supusieron que lo complejo, lo diverso y lo múltiple solo podían provenir de lo simple, representando entonces el mundo de las apariencias, como muy distinto de la realidad subyacente que se explica a través de un elemento o sistema de elementos. Este modelo de pensamiento estaba al servicio, no solo de hacer más inteligible una realidad caótica y profundamente compleja, sino también de darle al pensamiento humano una herramienta para dominar el caos  que lo rodeaba. Sabe de que está hecho, puede ver como se combinan sus partes, de modo que en conocimiento y control de dichas partes, él mismo podría combinarlas a voluntad.

En cierto sentido el Psicoanálisis también intenta recorrer el camino que va de lo complejo a lo básico y elemental.

El analizante llega a consulta sumido en un caos que no comprende, que se esconde tras un entramado de significaciones y que en la mayoría de los casos se ha complicado aun más, como fruto de la interrogación que al haberse convertido en síntomas, dichas significaciones, añaden a la ecuación. De ese maremágnum a de librarse por medio de una terapia psicoanalítica, para llegar a la simplicidad de un fantasma (una fantasía) esencial que lo nombra, que designa su goce enfermo y que como en el caso de los primeros griegos le permitirá re-combinar las partes a voluntad.

Así, tanto los griegos como aquellos que se asoman a un tratamiento psicoanalítico deben recorre un camino, el que se extiende por ejemplo del jonio Tales de Mileto seis siglos antes de Cristo, que proponía el agua como principio básico del universo, a Demócrito.

Tales fue considerado el primer filósofo occidental al pasar del mito al logos.

Demócrito fue contemporáneo de Sócrates, unos 200 años después de Tales y considerado el último de los cosmólogos. Su propuesta mucho más elaborada que todo el pensamiento de la cosmología hasta entonces, veía un universo formado por átomos, pequeñas partículas de materia en movimiento permanente. Para él, los hombre como toda la naturaleza circundante, también estaban compuestos de átomos, que podían ser del cuerpo o del alma, ambos materiales.

Del agua como único elemento que lo explica todo, al átomo como la partícula más pequeña y común a todo el universo hay un gran salto, pero la historia de la psicología no ha hecho más que comenzar su andadura.

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