+34 670888678 [email protected]

El 31 de diciembre a las 24,00 horas y el 1 de enero a las 00,01 minuto seremos los mismos, con idénticos problemas, los mismos miedos y debilidades, responsabilidades, rutinas, síntomas y preocupaciones… pero en el universo simbólico que habitamos algo habrá cambiado, será 2015.

Es el comienzo de un nuevo ciclo, de una nueva etapa en la vida de cada uno de nosotros, los brindis y las expresiones de deseo renuevan las esperanzas de conseguir lo que aun se nos resiste, aquello que sigue pendiente.

Aun así no ha sido fácil el camino del hombre a la hora de pautar el tiempo, a día de hoy siguen vigentes muchos calendarios distintos. La palabra calendario viene de las calendas que eran los primeros días de cada mes. Arqueólogos británicos encontraron el calendario más antiguo hallado hasta ahora, en Aberdeenshire, Escocia, y se cree que data del 8000 a. c. El calendario egipcio viene del tercer milenio antes de Cristo y fue el primer calendario basado en el sol, el romano basado en el ciclo lunar (por eso las semanas de 7 días para un total de 28, fase lunar completa), comenzó teniendo diez meses y empezaba en marzo (mes dedicado al dios Marte). El primer día del año, 1º de marzo, como celebración se encendía el fuego sagrado en el templo de Vesta. El segundo rey de Roma Numa Pompilio Censorino, agregó los meses de enero y febrero. En el año 45 a.c. Julio César encargó al astrónomo de Alejandría Sosígenes, la elaboración de su propio “año” y éste con gran precisión lo calculó en 12 meses y 365 días y seis horas. Julio agregó un día al mes de su nacimiento, por supuesto julio, y Augusto hizo lo mismo con el suyo, agosto. Estos dos días le fueron quitados a febrero. Como vemos el poder ha permitido a los hombres administrar el tiempo según sus caprichos. Distintos son el calendario romano del juliano y del gregoriano que vino después o del musulmán que comienza el 16 de julio del 622 (hégira) o el maya, inca, azteca y que decir del hebreo que acumula ya 5775 años comenzando a contar desde la Génesis del mundo, según La Biblia.

Nada cambia con las doce campanadas, el tiempo seguirá transcurriendo mansamente pese a las veleidades humanas. Y sin embargo todo será nuevo, el año, las esperanzas, la renovada ilusión que como expresión de un deseo niño, lleno de energías, de curiosidad, nos impulsa hacia adelante.

Los símbolos se alimentan de si mismos y como caníbales, si el fin de un período y el comienzo de otro implican una renovación, hacen nacer nuevos sueños, propósitos firmes, proyectos ….. VIDA.

El DESEO es el motor de la vida.

No hay VIDA sin DESEO.

El DESEO es QUIERO, TENGO GANAS y se nutre de sueños e ilusiones….. aunque muchas veces solo sean mentiras.

Tenemos proyectos que se marchitaron

crímenes perfectos que no cometimos

retratos de novias que nos olvidaron

y un alma en oferta que nunca vendimos

…………………………………………………….

Más de cien palabras más de cien motivos

para no cortarse de un tajo las venas

más de cien pupilas donde vernos vivos

más de cien mentiras que valen la pena……

(Joaquín Sabina, 1994)

FELIZ AÑO 2015

CLAUDIO ACOSTA

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies