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                Lacan (1)  introdujo la idea de que la realidad transcurre en tres registros (escenarios) diferentes;

  1.  el de aquello que es simbólico S 

La sociedad que hemos creado es un entramado de símbolos que representan las cosas sin serlas. Un semáforo que luce en ámbar, una silueta femenina en la puerta de un aseo, y finalmente el mayor sistema simbólico imaginado por el cerebro humano, el lenguaje.

  • el registro de lo imaginario I

donde las personas tienden a adelantarse a los sucesos venideros, imaginándolos en un intento de controlar el porvenir y de tener una falsa sensación de dominio o aquello que se prefiere fantasear, antes de aceptar no se sabe la respuesta.

  • El registro de lo Real R

Aquí las cosas ocurren, no en sentido figurado, no es “una forma de decir”, simplemente ocurren. Matar es matar, es el Acto mismo.

Desde la llegada de internet, creo que a estos tres registros en los que transcurren los avatares de la vida humana, sería conveniente empezar a considerar que ocurre a nivel del ciber espacio, dando origen así a;

  • La realidad virtual

Como Alicia atravesando el espejo podemos preguntarnos, que hay en la pantalla, en ese escaparate tecnológico de tan fácil acceso. Cada vez son más las horas que una persona dedica a poner la mirada en algo virtual, algo que está pero que no está, algo que es pero no es.

Cuáles son las reglas que rigen en este nuevo territorio, las hay?  es necesario crearlas?

La pornografía infantil se consume y difunde en gran medida por este último medio, el virtual.

Tanto la posesión, el consumo, así como la distribución están perseguidos por la ley, pero qué pasa con los dibujos de gran realismo que “representan” (es verdad que sin serlo), el cuerpo de un/una menor?  No solo el objeto real, una persona de “carne y hueso” moviliza las pasiones de algunos sujetos, los dibujos de los  comics, anime, manga ,  también sirven al perverso para estimular el deseo desviado, en una relación, donde una de las partes es un mero objeto de satisfacción para la otra.

Por dicha razón este hecho delictivo no se agota en la contemplación del abuso sobre menores, propio “de la realidad”, sino también sobre los símbolos que los representan. Extendiendo las penas a quienes dirijan su interés hacia los que por su edad, minusvalía, indefensión… pueden ser presa de estos depredadores, aunque el formato no esté encarnado en un niño o niña real, sino en lo que lo representa simbólicamente, un avatar.

Hay quienes podrían pensar que no se está dañando a un niño real, pero la que subyace es la misma intención, la misma idea. El pensamiento de que el deseo es omnipotente, que con querer, vale como si no hubiera límites. Un dibujo animado o un manga de una criatura que es sodomizada por un adulto, coloca lo inaceptable en el registro de aquello con lo que se puede fantasear, (registro imaginario) a través de un soporte que permite simbolizar, (registro simbólico), llevar a la realidad… y acaso… actuar (registro de lo real)?  

            Recientemente las autoridades noruegas han dado un paso más en la lucha por proteger a los más indefensos, han prohibido estos productos para adultos que recrean el cuerpo de un menor, que van provistos de los orificios correspondientes para diversas prácticas sexuales y acompañados de gel lubricante, pelucas, ropa, para hacer más real la fantasía.

En el campo de los juguetes sexuales para adultos también podemos encontrar la virtualidad, ese espejo donde el otro es el reflejo de lo que quiero que sea. Así las muñecas/os sexuales (plásticos) son objetos comprados para obtener una satisfacción con “algo” sin voluntad, inerte, pero que se transforma en actos reales.  Es admisible la fabricación y comercialización para su uso de muñecas/os sexuales que por su forma, tamaño y confección representen a niños o niñas, o sea menores de edad?

 En mi opinión, No.

Los defensores de la venta de juguetes que representan menores, para su consumo sexual, argumentan que puede servir para que personas con estas inclinaciones no caigan en la tentación de concretarlo. Algo así como, si lo hace con una muñeca de goma no importa, total no es un ser vivo.

En mi opinión,  no es un sucedáneo con una carga terapéutica, no es una alternativa o una opción, es apología de la perversión.

  • (1) Jacques Lacan, médico y psicoanalista francés, el más importante continuador de la obra de S. Freud

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