+34 670888678 [email protected]

Si me gusta sufrir soy masoquista? es una pregunta que mucha gente se hace o se ha hecho en alguna ocasión.  La vulgarización del vocablo en el habla cotidiana, que lo equipara a cualquier elección o decisión (voluntaria) que repercuta negativamente sobre el sujeto,  este uso coloquial («masoca») tampoco ayuda a comprerder mejor lo que se quiere decir. El sufrimiento forma parte de la  vida, pero en general las personas no quieren sufrir, intentan evitarlo, a veces tomamos caminos que nos traen dificultades, decisiones erróneas que traen consecuencias,  todos los actos humanos tienen repercusiones y en ocasiones no son las deseadas, pero desde luego esto no es ser masoquista, si acaso coloquialmente «masoca».

Una disposición de la estructura hacia el sabotaje o lo autodestructivo, debe ser considerada como un síntoma, del que debemos entender su causa y significado si queremos removerlo. 

El masoquismo, como par sadismo-masoquismo, es otra cosa, es una forma patológica. Jean Laplanche y Jean Bertrand Pontalis, lo definen como una perversión sexual, siendo la posición masoquista, aquella en que el sujeto encuentra satisfacción en el sufrimiento y/o la humillación. Sacher Masoch fue el primero en describir algunas de sus características, pero fue el gran sexólogo Krafft-Ebbing, quien le dio nombre partiendo del apellido de Masoch.

Freud en una frase que resalta su agudeza dice «los perversos actúan lo que los neuróticos fantasean». Anteriormente ya había señalado que «la sexualidad humana era perversa y polimorfa». Para que se vea claro diré, que todos, las personas a las que habitualmente consideramos como «normales», tenemos fantasías y que más o menos admitidas, incluyen ideas perversas. Según lo antedicho, funcionan los mecanismos de represión y por lo tanto no se llevan a la práctica. 

– Si tengo algún pensamiento de los que podríamos llamar «políticamente incorrectos» o «no muy bien visto socialmente» en relación con alguna fantasía sado – masoquista, soy un enfermo?

No, si se queda en una fantasía, que el sujeto sabe que no debe o puede realizar.

– Si en las relaciones sexuales me gusta algún juego que pudiera llamarse sado – masoquista, soy un enfermo?

Todos los juegos sexuales son lícitos entre adultos, en la intimidad, existiendo consentimiento mutuo y sin vulnerar las leyes. «Jugar» desde la posición sádica o la masoquista, es una alternativa más dentro de los juegos sexuales y no puede ser considerada sintomática, mientras no sea la única forma en que el sujeto puede alcanzar exitación y placer. los problemas comenzarían cuando una persona no es capáz de tener una vida sexual, sin recibir o infligir dolor o humillación. Aquí aparecería el masoquismo como una forma de perversión.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies