ALGUNOS MOMENTOS CLAVES DE LA HISTORIA
EL NACIMIENTO DE UN MITO
«Mi hijo Schlomo Sigmund ha nacido el día primero del mes de Iyar del año 616 (se refiere al segundo mes del calendario hebreo a partir de Nisán, que recuerda el momento en que el pueblo de Israel logró salir del yugo al que fue sometido por Egipto), a las seis y media de la tarde (6 de mayo de 1856). Fue vinculado a la Alianza judía el martes, octavo día de Iyar. El circuncidante fue Samson Frankl de Ostrau».
Así sencillamente en una Biblia familiar, junto a otro texto en hebreo donde figuraba anotada la muerte del abuelo el rabino Schlomo, el padre de Freud, Jacob Freud, apunta el nacimiento de su hijo, el hombre que cambiaría el mundo.
Setenta y cinco años más tarde una placa conmemora el acontecimiento en la casa de la calle Zámecnická de Pribor (antiguamente Freiberg in Mähren, en alemán, dada su pertenencia al imperio Austro húngaro). La ha colocado el alcalde del pueblo para beneplácito de los vecinos.
Además en 25 días se cumplirán ochenta y dos años de la carta de agradecimiento que Freud le enviara y donde viene a declarar que «…profundamente abismado sobrevive en mi aún el niño felíz de Freiberg…. que recibió de ese sol, de ese aire, sus primeras indelebles impresiones», Cabe destacar que en aquel 1856, Pribor no tenía más de 4500 habitantes de los cuales poco más de un centenar eran de procedencia judía, según cuenta Ernest Jones en la extensa biografía que dedica a Freud.
Ha pasado un siglo y medio y sigue siendo una pequeña localidad en la región de Moravia que a penas ha duplicado su población.
Del mismo modo, en el siglo I a.c. en la tardía edad del hierro europea, los Boios, uno de los pueblos celtas que dieron su nombre a Baviera o Bohemia también ocupaban Moravia, pero fueron invitados a marcharse por tribus germánicas y estas a su vez por otras eslavas.
Las tierras que vieron nacer a nuestro héroe también fueron invadidas por los Ávaros que solo cedieron ante Carlomagno quien los sojuzgó para grandeza del imperio Franco.
Un siglo después fueron los Magiares quienes tomaron el relevo y desde 1526 Moravia y Bohemia pasaron a formar parte del reino de los Habsburgo.
Como veis a un paso de la República Checa actual, con el permiso de la primera y segunda guerra mundial naturalmente.
Hombres formando clanes y pueblos enteros de hombres, hombres al servicio de imperios, a caballo y a pie, cargados de acero, de fuego, de lanzas, hombres y mujeres a través del tiempo… y en medio de todos ellos, desnudo, sin otra armadura que una sinceridad implacable y un ansia de saber conquistadora.
Su honestidad por puro escudo y como punta de lanza una voluntad inquebrantable, un hombre , que vivió allí solamente tres años antes de partir para Viena, cuya lucha fue la de todos, la batalla perdida de
antemano con el inconsciente, cuya lucha fue por todos, la batalla ganada que dio lugar al descubrimiento del Inconsciente.
Un hombre que cambiaría completamente la concepción de la enfermedad mental, del mismo modo que revolucionaría la psicopatología de la época,
que inventaría un método con el que desenmascarar los fantasmas
de la mente humana y que escribiría obras cumbres del pensamiento y la cultura universal.
Un hombre que nació de la luz y para la luminosidad, si atendemos a que eso representa el mes de Iyar en el calendario hebreo.
Que su pensamiento ilumine las tinieblas del presente.