«Antes de la revolución copernicana, se creía que la tierra era el centro del universo y que todos los cuerpos celestes giraban a su alrededor; una visión totalmente antropocéntrica que, no sin trabajos, Galileo logró subvertir…. Podría decirse que la biología se halla en una situación pre copernicana. Impera la idea de que el hombre es el ser más importante que existe y que todo gira en torno a él…él dominus de la naturaleza. Una idea fascinante y tranquilizadora ¡pero idealizada! El ser humano no ocupa ni mucho menos, una posición tan privilegiada. El reino vegetal representa el 99,5% de toda la biomasa del planeta. Es decir que, del cien por cien del peso de todos los seres vivos de la tierra, entre un 99,5 y un 99,9%, corresponde a las plantas,,,,,
Si mañana las plantas desaparecieran de la Tierra, la vida humana duraría unas semanas, unos meses, no más, las formas animales de vida superior desaparecerían del planeta. Si por el contrario fuésemos nosotros los que desapareciéramos, las plantas volverían apropiarse de todo el territorio que le hemos arrebatado a la naturaleza y en poco más de un siglo, todos los signos de nuestra milenaria civilización quedarían cubiertos de verde. Esto debería bastar para darnos la medida de la distinta importancia relativa en términos biológicos, de las plantas y los seres humanos».
Interesante reflexión, ¿no?
«Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal» Stefano Mancuso y Alessandra Viola
(lectura muy recomendable)